“Believe nothing you hear and only half of what you see”. – Mark Twain.
Eso es.
Tus amigos mienten, los míos también, tu mientes y yo miento.
Todos engañamos y nos estamos engañando dentro de un juego en el que no creo ni que sepamos jugar.
Crees que sabes cuál es el premio y que es lo que puedes perder; todo se resume en un nombre propio, el mío. Pues es mentira, no soy algo que se pueda ganar.
Deja de pedirme que vuelva a ti una y otra vez, agárrame fuerte entre tus brazos y haz que no me queden fuerzas para irme, ni siquiera las ganas.
Dejemos los juegos a los niños, dejemos de mentirnos a nosotros mismos, deja de extrañarme solo cuando no estoy y disfruta de mi; ya me has ganado y lo único que puede hacer que me pierdas es que sigas jugando. Pero entre todo ese barullo que tenemos montado no me ves, ni me escuchas, no te veo y ni te puedo escuchar. Mientras la gente sigue hablando y no te puedes centrar, ya no eres tú. Y yo te echo de menos, nos echo de menos, a la versión en la que sólo estábamos tú y yo siendo nosotros y los demás, ni siquiera recuerdo nadie más, nadie más que tu escuchando mis tonterías y yo riéndome de tus bailes absurdos.
Cierra los ojos y no escuches a nadie, ni siquiera a mí; todos te queremos egoístamente y absolutamente, no nos dejes vencer; si nos dejas te manipularemos te haremos creer lo invisible y veras lo que queremos que veas. Acaba con esto. Olvídanos, olvídalo todo, porque todas las cosas que creíste saber ayer eran un espejismo, nada es real, solamente tú.
"deja de extrañarme solo cuando no estoy"
ResponderEliminarpodrías resumirlo todo en eso...me encanta esa frase :)