A veces, cuando perdemos el motivo por el que estábamos luchando, nos perdemos. Nos perdemos a nosotros mismos y a nuestros sueños y tenemos que volver a conocernos de nuevo con la esperanza de que nuestros sueños no desaparezcan y así nuestra realidad no se rompa.
No te preocupes ya no hace falta que pienses en mí porque no me perderé, pero eso no quiere decir que vaya a volver.
Yo no seguía mi propio camino y me perdí porque olvidé el motivo de mi lucha y con tanta confusión empecé a luchar en mi contra. Así que he dejado ese camino atrás para tomar otro nuevo, el mío, el que me define. Para de preguntarme como sé que no voy a fracasar, cómo sé que será bueno, cómo puedo estar segura… es la primera vez que yo no me hago todas esas preguntas, estoy totalmente convencida de que es un acierto y lo único que lamento es no haberme dado cuenta antes. No busco tu ayuda, ni tu aprobación ni nada que puedas darme, solamente espero que dejes de sabotearme, porque no te voy a pasar ni una más.
Eres mi familia, te quiero y no quiero perderte pero créeme si para no perderme a mí misma tengo que echarte de mi vida, no dudaré ni un minuto, ahora sólo miro hacia delante y le sonrío a mi futuro para que me devuelva el guiño.
