Dependientas.
Sí, son un grupo independiente, como una leyenda urbana del puterio a la clientela.
Es un hecho, lo pensamos todos pero nadie lo dice.
Las reinas del "hay lo que esta afuera", "no se puede pedir al almacén", "se ha agotado", "estamos pendientes de reponer" y mil fracesillas que te dan como reacción sonreír falsamente al pensar"¡los cojones! eso no es verdad,anda que no lo encontrarías rápido si fuera para ti".
El caso, hace unos meses decidí pasarme al lado oscuro a tiempo parcial.
El primer día, al llegar a la puerta de la tienda estaba nerviosa y no por empezar, sino por el morbo de la mágica trastienda. Igual miré demasiadas películas Disney pero imaginaba el almacén como el País de las maravillas, donde hay reliquias y todo lo que "no esta afuera".
A continuación voy a cargarme el gran mito, lo aviso, por si alguien quiere seguir viviendo engañado.
El almacén es un lugar, frío tirando a roñoso, con un montón de cajas done hay exactamente lo mismo que se expone en la tienda; así hablando claro, una mierda.
El punto número dos a desmitificar es la mala leche.
No es mala leche. Es que acabes de fregar y te pisen el fregado sin inmutarse, es que les saques veinte productos y al veintiuno les suene el móvil y se larguen sin decir ni mu, es que se crean artistas y te dejen los cristales como un Picaso hecho a base de huellas, es que te ignoren y que te infravaloren por trabajar en un puesto concreto. Pues eso, a las nueve de la noche cuando haces caja y te entra alguien, pues cansa. Y lo más divertido es que si estas en según qué tienda no puedes estar cansada, ni borde, ni fea!
Vamos, que el gran ataque del Voldemort comercial es solo el resultado de un montón de clientes cansinos y las dependientas, somos unas pringadas.
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